Y esque… se trata de una obsesión recurrente a la hora de querer mostrar nuestra marca en internet…
Durante mis años de experiencia en agencias digitales encargándome de organizar el plan Social Media existía por cada cliente una verdadera inquietud por estar presente en todas y cada una de las redes sociales, indiferentemente del tipo de negocio, público o presupuesto.
Parecía existir una convicción fatal en la que si te ausentabas de cierta plataformas tu estrategia de comunicación se vendría abajo…
Es toda una tentación tener a tu disposición canales gratuítos y efectivos para optimizar nuestros mensajes, multitud de funcionalidades, de aplicaciones, de formatos de interacción… el problema que surge al querer aspirar a todas ellas es siempre el mismo… ¿Tenemos recursos y utilidad de resultados para afrontarlas?
El buen uso de las redes sociales esconde mucho más que publicar un mensaje o un copy creativo; necesitamos de unos objetivos, de un valor de espera que refuerce nuestro plan de negocio y logre generarnos notoriedad y ventas. A la hora de registrarnos debemos ser conscientes de la finalidad de ésa acción, de la utilidad y beneficios que pueda aportarnos a medio o largo plazo.
Es inviable darnos de alta en miles de plataformas para apenas concretar su uso, para no llegar a un punto suficiente de actualización de contenidos y, sobretodo, para no saber como llegar a nuestro cliente y usuario.
Es fundamental partir de un plan Social Media que analice todos los factores (Internos y externos) que, en relación con el uso de cada red social, nos pueda concretar los beneficios a obtener, una estrategia que comprenda a nuestro público (Gustos, afinidades, intereses, necesidades…) y lo relacione con nuestro producto conectando con facilidad. Un análisis que tenga en cuenta nuestro presupuesto y lo acondicione a las funciones y requerimientos que nuestro perfil social necesitará (Creación de nuevos puestos, cesión de contenidos, muestra de promociones específicas…)
¿La clave? Partir de aquellas redes sociales que fomenten la comunicación y representatividad de nuestra marca; más vale una presencia fuerte y reforzada en varias plataformas que una comunicación insuficiente y limitada en todas ellas. A la hora de lanzarte estudia si tu audiencia estará enfocada (Participando, interaccionando y compartiendo los contenidos); si la red será efectiva a nuestro negocio (Visualidad, representación, detalle descriptivo…); si te ayudará a captar una mayor audiencia, si es utilizada por tu competencia y, muy importante… qué esfuerzos serán necesarios para mantenerla.
Será indispensable analizar la gran variedad de redes sociales (Generalistas, temáticas, profesionales, De geolocalización…) y lo qué nos pueden ofrecer cada una de ellas (Visualidad, participación, segmentos específicos de público, velocidad de comunicación…)
Mientras Facebook ofrece una comunicación más personal e ilimitada en contenido, Twitter puede ser la opción perfecta para acciones rápidas y concretas, todo ello sin olvidar el potencial visual de Instagram…
Cada negocio es un mundo y cada cliente un universo… y no basta con llegar, sino, también, en como hacerlo… con respeto, calidad y efecto.
